Liderazgo ¿Eres un mentor o eres un tormento para tu equipo?
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Liderazgo ¿Eres un mentor o eres un tormento para tu equipo?


Ser líder de un equipo es un reto, un sueño, un objetivo, una inspiración para muchos. A la vez, el líder puede ser la peor pesadilla para uno o varios de los colaboradores. Esto es una realidad muy común. Las personas no se van de las empresas, se van de los jefes, según Guadalupe Fernández, en su libro Talento Directivo. El 80% de las personas afirma que el desempeño actual en su trabajo es muy inferior a su capacidad real debido a la falta de oportunidades y a la actitud de su jefe. Sin embargo, si eso piensan casi todas las personas en una organización, muchos de estos empleados serán a la vez jefes y miembros de un grupo, ¡qué paradoja! Lo que es un hecho es que la forma como se comporta el jefe es el factor que mayor influencia tiene en cómo se siente la gente en el trabajo, cuánto rinde y cuánto tiempo permanece en la organización. Hay coincidencia en la percepción general de que el liderazgo eficiente es la diferencia entre el éxito y el fracaso en un proyecto


¿Qué significa ser mentor? Para iniciar, vale la pena aclarar que mentor y líder son conceptos diferentes. El rol de mentor se origina cuando Ulises deja a su amado hijo a cargo de su sabio amigo Mentor, con el encargo “enséñale todo lo que tú sabes”, mientras Ulises iba a la Guerra de Troya. Un mentor es quien sabe más de algún tema y enseña a otro que, por ende, sabe menos en ese ámbito.

Ahora, veamos qué significa ser líder. Escuché a una directora en alguna ocasión diciendo: “yo soy líder por que más que hacer las cosas, le indico a cada uno de los miembros de mi equipo lo que deben hacer y les doy un cercano seguimiento”.



Considero que ser líder implica mucho más que asignar responsabilidades y supervisar el trabajo. Es ser un ejemplo inspirador para otros. No sólo es hacer que los otros hagan. Es hacer que los otros QUIERAN hacer lo que yo quiero que hagan. La diferencia es inmensa. La voluntad es la mayor de las libertades del hombre. Un empleado puede sentirse obligado a hacer algo, pero “sólo quiere, si quiere”. Cómo inspirar esa decisión es la esencia del liderazgo.



Alinear objetivos es un aspecto indispensable. Este resultado es un proceso que no puede ser obviado, es el producto de muchas conversaciones grupales e individuales que generan confianza y comunicación eficiente.



¿Es posible ser mentor y líder a la vez? Si es posible, pero pocas veces se da este caso. Un líder puede fortalecer su liderazgo si además posee conocimientos y experiencia en un tema de interés para el grupo. No es realista (ni tampoco deseable) que el líder conozca más que todo el equipo en todos los aspectos. Una característica muy apreciada en una cultura eficiente es la capacidad de aprendizaje: de lo nuevo, del equipo, de las experiencias.



Las conclusiones del estudio “¿Qué esperas de tu jefe?”, elaborado por Otto Walter, a partir de la respuesta de más de 1,600 personas de diversas empresas españolas giran en torno a temas relacionados con la comunicación y el liderazgo. Esperan de su jefe:


  • Que escuche, que tenga en cuenta mis ideas

  • Que sea claro, que me diga lo que espera de mí

  • Que reconozca lo que hago bien y me corrija lo que hago mal

  • Que sea íntegro, que sea coherente, justo y respetuoso

  • Que cumpla sus compromisos.


Ningún procedimiento ni norma burocrática puede asegurar que un proyecto tenga éxito, es más bien el resultado de muchos factores, y el humano es fundamental.


Según Daniel Goleman, en su último estudio sobre inteligencia social, derivado de estudios sobre actitud, se puede demostrar que los líderes exitosos sonríen 3 veces más que los no exitosos. Esto es real. Pero no es la sonrisa la única herramienta, es más bien el resultado de una real y auténtica empatía, interés por el otro y por su desarrollo. Este estudio concluye que un líder socialmente inteligente posee siete cualidades:


  • Empatía. Entiende qué motiva a los otros

  • Sintonía. Escucha atentamente y se sintoniza con el estado de ánimo del otro

  • Conciencia organizacional: aprecia la cultura y los valores del grupo.

  • Influencia. Convence a los demás y fomenta su participación.

  • Desarrolla a su equipo. Actúa como coach.

  • Inspira. Articula una visión atractiva y la vende al equipo.

  • Fomenta el trabajo en equipo. Fomenta la cooperación e integración.


El liderazgo es una enorme cualidad que se puede desarrollar. Depende en gran medida de mi capacidad de comunicación y la generación de confianza en el otro. Hay quien tiene una facilidad innata de liderazgo. Tengo una buena noticia y una mala noticia para todos los “demás mortales”, la buena: el liderazgo no es genético, se puede desarrollar, se puede aprender con nuevos conocimientos y principalmente practicándolo. Además, genera una enorme satisfacción. La mala noticia: implica cambiar comportamientos y actitudes aprendidas durante toda la vida, lo cual requiere de forma indispensable de interés, prioridad y exposición personal a sentirse vulnerable.


¿Estás dispuesto?

Yo creo que vale la pena.

 

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