Hoy que cada vez nos acostumbramos más a avances tecnológicos sofisticados, a cambios bruscos en el entorno y a una enorme incertidumbre,quiero compartirte 3 claves que están disponibles para ti siempre y que pueden hacer tu día mucho más poderoso en cuanto a energía, resultados y bienestar.

Me siento particularmente interesada por conocer cómo funciona el cerebro y su relación con las emociones y me resulta paradójico que, aunque hay avances destacados de las mejores universidades del mundo sobre el tema, están llegando a la conclusión de que, mientras más saben, más se dan cuenta que nuestro cuerpo es mucho más complejo de lo que creían y por tanto, hay mucho por aprender aún.
Quiero compartirte 3 de estos hallazgos para que los utilices a tu favor con más frecuencia. Muy probablemente ya lo sabías o intuías, pero la novedad es que hoy está profundamente comprobado a nivel neurocientífico.
Primer hallazgo:
La postura corporal es capaz de enviarnos un mensaje al cerebro y con base en ello reaccionamos y sentimos. Por ejemplo, con una postura encogida o agresiva enviamos un vigoroso mensaje a nuestro cerebro, quien tiende a sincronizarse y amplificar la emoción pertinente en todo el cuerpo. Como decía el famoso psicólogo William James “No lloro porque estoy triste, sino que estoy triste porque lloro”. Una aplicación de lo anterior es la sonrisa. Esta poderosa herramienta, que beneficia al sistema nervioso, endocrino, cardiovascular e inmune. La sonrisa literalmente cambia nuestra forma de estar por dentro y por fuera. Sonreír, aunque no haya un motivo totalmente legítimo, tiene un impacto profundo en tu pensamiento, tus emociones y tu bienestar.
Segundo hallazgo:
El eje intestino-cerebro tiene una poderosa comunicación de dos vías que influye de forma particularmente importante en nuestra actividad neuronal, al grado de generar una marcada afectación en nuestro estado de ánimo. Ya sabíamos que lo que comemos afecta directamente a nuestra salud física y nuestro cuerpo. Sin embargo, una importante universidad de Irlanda demostró que esta comunicación intestino-cerebro es más relevante de lo que se pensaba, al grado que lo que comemos se ve reflejado en nuestro comportamiento social y nuestras percepciones. El intestino parece tener un papel principal en lo que pensamos. De hecho de “sentir en el estómago” tiene una base científica. Por tanto, cuidar tu alimentación y estar consciente de cómo sientes en tu estómago agudizará tu percepción y tu intuición, por tanto tomarás mejores decisiones.
Tercer hallazgo:
Las culturas orientales tienen siglos sabiendo algo que la neurociencia ha demostrado recientemente en el occidente con estudios muy sofisticados. La respiración es la llave a moldear nuestros estados mentales. Hace pocos años se publico en la importante revista Science, que la forma como respiramos no solo afecta a nuestro sistema respiratorio, sino que influye en nuestra atención, nuestra memoria y la forma como reaccionamos emocionalmente. Por tanto, observar nuestra respiración, relentizarla y hacerlo por la nariz son poderosas herramienta de regulación emocional y de apoyo a un mejor aprendizaje.
Como ves, hay cosas que puedes hacer muchas veces al día de forma consciente para incrementar tu bienestar: Sonreír mucho más a menudo, cuidar tu postura, ser consciente de tu sensación en el estómago y comer de forma saludable. Sin duda notarás el impacto en ti y también en tu entorno. Como dice el proverbio oriental: “Cambio yo y cambia el mundo”.
Coméntame: ¿Qué herramienta de estas 3 te llama más la atención para incrementar tu bienestar hoy?
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