Juntas de trabajo, su impacto en resultados
- Avanza Proyectos

- 29 oct
- 2 Min. de lectura
Has pensado ¿cuánto tiempo ahorrarías, cuánto estrés evitarías y cómo multiplicarías tus resultados si tus juntas fueran más efectivas?

¿Te ha pasado esto?
Convocas una reunión para avanzar en un proyecto clave… y dos horas después, lo único claro es que nadie sabe qué sigue.
Se habló de todo menos del objetivo: quejas, frustraciones, detalles operativos, problemas personales.
Y alguien –con buena intención, pero sin estructura– cierra diciendo: “Lo importante es que nos escuchamos…”
No.
Lo importante era resolver lo que urgía resolver. Y no lo hicimos.
Las juntas no son el problema. La falta de estructura sí.
Las reuniones son un mecanismo fundamental de coordinación. Todo lo relevante se realiza a través de otros: decisiones, ajustes, alineación. No lideras solo, lideras con otros.
Y las juntas son ese punto de contacto entre el pensamiento y la acción colectiva.
Pero cuando no hay estructura, las juntas se vuelven desgaste.
Identifica el objetivo antes de convocar

No todas las reuniones son iguales, y ahí empieza el caos: cuando mezclamos decisiones con ideas, exploración con seguimiento.
¿Quieres tener reuniones más efectivas? Empieza por clasificar su propósito.
Aquí una guía práctica:
1. Junta de decisión
– ¿Sí o no? ¿Avanzamos o no?
– Participan solo quienes toman decisiones.
– Todo gira en torno a una elección concreta.
2. Sesión de trabajo
– Se resuelve algo específico.
– Hay manos a la obra, no solo opiniones.
– Se construye, se revisa, se mejora.
3. Junta de seguimiento
– Se revisan avances y desviaciones.
– Se detectan riesgos y se ajusta rumbo.
– Es una sesión técnica, no política.
4. Sesión de ideas
– Para pensar en voz alta.
– Explorar sin juzgar.
– Es creativa, no decisiva.
🔍 Tip clave: Antes de agendar cualquier reunión, pregúntate:
¿Qué necesito que ocurra en esta sesión?
Si no puedes responderlo en una frase clara… mejor no la agendes.









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