¿Es normal sentirse inquieto por nuestras decisiones?
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¿Es normal sentirse inquieto por nuestras decisiones?


Ayer recibí un mensaje de uno de nuestros alumnos quien me comentó que recién terminó de leer mi libro “Descubre tu propósito”. Me pidió que conversáramos por teléfono para compartirme algunos pensamientos al respecto.


Lo primero que me compartió fue: “Tu libro me enseñó mucho sobre mí”

La conversación fue muy interesante, me habló de cómo a lo largo de los últimos años ha vivido grandes cambios, algunos inesperados, como cuando fue despedido, y tardó varios meses en colocarse nuevamente. Otros cambios fueron su decisión: renunciar para buscar un mejor futuro en otra empresa.


A través de su lectura se sintió identificado con varias historias que comparto, donde los personajes (todos casos reales), se enfrentan a algún reto que los hace cuestionar su situación.


La pregunta de mi alumno fue: “Maru, ¿es normal sentirse inquieto siempre?” es una pregunta simple y a la vez bastante profunda.


Y mi opinión es que la inquietud sobre la vida es un privilegio exclusivo de los seres humanos, pero debe ser dosificada con especial cuidado. Surge de preguntarte a ti mismo si lo que estás haciendo es lo mejor que puedes hacer.


En ocasiones, podemos evitar esta pregunta, y también evitar superficialmente sentirnos inquietos de muy diversas y creativas formas: saturando nuestros días de actividades o saturando nuestros pensamientos de razones por las cuales está bien no cambiar, o lo peligroso que sería algo nuevo. También podemos sentirnos insaciablemente ansiosos de cambiar y no darnos la oportunidad de parar un momento para disfrutar el paisaje y los grandes momentos que la vida nos regala.


La inquietud se puede ver alimentada de la esperanza de encontrar una receta secreta, una fórmula que nos ayude a saber si estamos bien en donde estamos o es mejor tomar la decisión de buscar nuevos rumbos. Creo que buscar el mejor balance es la clave y, por cierto, nunca sabrás que hubiera pasado si hubieras tomado otra decisión.


Y volviendo a la pregunta original sobre si es normal sentirse inquieto por nuestras decisiones, considero que lo raro sería no sentirse inquieto y el arte de la vida es identificar el balance adecuado. La respuesta está en el corazón de cada uno de nosotros. Lo que puedo asegurar es que dejar de esperar una respuesta del entorno a mí me ha dado una enorme paz interior.


Compárteme tus pensamientos sobre tus inquietudes al tomar decisiones.




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