De la frustración al liderazgo: cuando dejar de apagar fuegos se vuelve urgente
- Ma. Eugenia González

- 15 oct
- 1 Min. de lectura

¿Y si no es el proyecto lo que está fallando… sino tu liderazgo?
La frustración no aparece de golpe. Se acumula.
Te esfuerzas más, respondes más rápido, haces todo lo que puedes… pero el avance real no llega.
Estás bloqueado. Eso es estar frustrado: quieres resultados, haces más, pero sin estructura, lo único que logras es desgaste.
Así se instala el ciclo:
Más trabajo. Menos claridad.
Menos claridad. Más desorden.
Más desorden. Más frustración.
Más frustración… menos liderazgo.
Sabes mover tareas, pero no estás moviendo voluntades.
No falta actitud. Falta sistema.
Muchos líderes de proyecto están atrapados en la operación.
Liderar no es estar disponible para todo. Es diseñar un entorno donde otros pueden avanzar sin depender de ti.
Y eso no se logra con esfuerzo, se logra con estructura. Con procesos que se sostienen, que se adaptan, que crean cultura.
Liderar empieza cuando dejas de culpar al entorno… y tomas responsabilidad sobre tu impacto.
Porque no tener poder formal no significa no tener influencia.
Puedes elegir:
Seguir apagando fuegos.
O diseñar un sistema que transforme tu equipo.
Liderar, al final, es convertir visión en resultados.
Y eso empieza con una sola decisión: dejar de sobrevivir… para empezar a liderar.









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