Los proyectos se ejecutan con gente. Ésta es una verdad que aplica en todos los casos que conozco. Ayer revisaba una noticia de un “perro” mecánico capaz de realizar actividades increíbles. Como éste, hay numerosos ejemplos de un alto grado de automatización en procesos. La tecnología de información no deja de sorprendernos con innovaciones que facilitan en gran parte el trabajo.
Sin embargo, los proyectos y programas (conjunto de proyectos con un objetivo de negocio común que se coordinan en conjunto) son los ladrillos de las iniciativas estratégicas y sigue habiendo personas que acuerdan, diseñan, verifican y usan los productos del proyecto. Contar con gente talentosa que implemente con éxito estos ladrillos es una ventaja competitiva real y difícil de copiar.
Hace poco nos buscó empresa constructora con proyectos de al menos medio millón de dólares, para solicitarnos el contacto de “algún recién egresado que sepa un poco de MS Project para que les ayude en el puesto de líder de proyecto, porque hay mucho trabajo”. La gestión de proyectos es una profesión que requiere mayor conocimiento y experiencia mientras más complejidad en el proyecto.
De acuerdo a estadísticas publicadas por el PMI, el 88% de los ejecutivos de las empresas consideran que la implementación de las estrategias es un tema muy relevante, 61% reconoce que en sus organizaciones hay áreas de oportunidad entre la definición de las estrategias y su implementación. Y por otro lado, sólo el 17% identifica que los esfuerzos para ejecutar con éxito los proyectos y programas también son estratégicos. Una de las conclusiones de este estudio es que hay una enorme brecha entre lo que las organizaciones dicen que harán y lo que realmente logran. Esto no es el resultado necesariamente de falta de entusiasmo o compromiso.
Un importante ingrediente para disminuir esta brecha es precisamente contar con la gente adecuada para lograr implementaciones exitosas que generen beneficios reales. Quienes participan en proyectos, especialmente el líder de proyecto, requieren habilidades y conocimientos técnicos, y también una probada fortaleza en cuanto a habilidades de gestión, liderazgo y conocimiento de la industria del proyecto.
Se entiende por gestión de talento como “el proceso a través del cual el talento humano estratégico es obtenido, desarrollado y retenido por sus empleadores”.
Algunas áreas en las cuales se puede trabajar para fortalecer la gestión del talento en una organización son:
Definir puestos, capacitación y evaluaciones laborales con base en competencias en gestión de proyectos en tres aspectos básicos: conocimiento de gestión y de la industria, ejecución efectiva y habilidades personales.
Establecer objetivos alineados a los proyectos, y éstos a la estrategia corporativa. Brindar un plan de carrera y crecimiento profesional, que les permita movilidad de recursos a nuevas oportunidades.
Identificar rápidamente reemplazos a puestos, especialmente en puestos estratégicos.
Mantener planes de sucesión en puestos clave y alinear los planes de sucesión al avance profesional.
Crear una infraestructura de gestión de información sólida para Recursos Humanos. La información es poder y el talento humano es el principal recurso.
Se requiere de un sistema de trabajo que permita a la organización contar con información precisa, completa y oportuna para accionar efectivamente al definir un puesto alineado a las necesidades reales de los proyectos. Una vez cubierta la posición con una persona adecuada, sea posible desarrollarla, capacitarla, evaluarla y, de forma muy importante, retenerla.
Talent Management – Powering Strategic Iniciatives in the PMO. Nov. 14. PMI
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